El siglo de la concienciación

Hay muchas cosas que aun no entiendo que sigan pasando en pleno siglo XXI. No paro de pensar cómo pueden seguir existiendo los prejuicios. Cómo, ahora que el mundo está casi totalmente comunicado la gente no se conciencia de que hay más cosas a parte de lo que ven en sus narices. No concibo que aun siga habiendo personas, padres, que sigan inculcando a sus hijos valores erróneos. Que les sigan diciendo: "hijo, tu siempre por encima de los demás", "Hijo, antes de pegar, pega tú" y frases así cuando lo que deberían decirles es que valoren a los demás por lo que son, personas.
Tampoco entiendo cómo puede haber gente tan fría y sin corazón que se ríe de los que menos tienen en una época donde la comida llega a la casa de quienes tienen suerte. Es que a mí se me cae el alma cada vez que veo una persona durmiendo en la calle y ojalá pudiera hacer algo por ellos, mucho por ellos, pero lo que más rabia me da es que la gente que sí puede y que debería hacerlo, ni se molesta en bajar la cabeza para mirar a los que tienen menos. 
Lo peor, es que el ser humano no solo es cruel con él mismo, sino también con el resto de seres vivos. ¿Cómo una persona puede abandonar a su propia mascota? ¿Maltratar la? Un pobre animal indefenso que no tiene la capacidad de denunciarlo. ¿Cómo una empresa puede arrasar hectáreas  de ecosistemas naturales, de destruir especies animales, vegetales, el sostenimiento esencial del planeta, solo por dinero?

De verdad, que no lo entiendo y me quedo corta. Me da vergüenza vivir en un mundo tan inmoral y desequilibrado